Llamamos maestro, con justicia, al que conoce, enseña y cumple la ley de una práctica social y reconocer a Korn como maestro de nuestra Filosofía supone asumir como legítimo el ejemplo de su modo de actuar. Partiendo de esta convicción, estas reflexiones buscan valorar su ejemplo antes que comentar su doctrina; recogiendo su enseñanza de que sólo el riesgo de pensar legitima la práctica de leer, define su sentido y marca su límite.
Hernández, E. (1986). Filosofía y constitución del Estado: consideraciones sobre las nuevas bases de Alejandro Korn. Revista de filosofía y teoría política, nro. 26-27, pp. 267-269.