El sistema democrático venezolano presenta luces y sombras. Las luces se apoyan en el hecho de que este sistema ha desarrollado, a lo largo de cuatro décadas de funcionamiento, una serie de rutin as y prácticas que hacen que resulte un sistema suficientemente enraizado entre la población y con bases sólidas como para no dudar de su continuación. Las sombras se derivan de la situación de crisis en que se encuentra durante la última década, consecuencia precisamente de su propio funcionamiento y de la influencia de determinados factores que han contribuido a un alejamiento de las instituciones con respecto a una sociedad en constante transformación. La partidocracia, en particular, ha constituido uno de los principales factores de crisis. En el otro extremo, la maduración y organización autónoma de la sociedad puede significar la autosuperación de la crisis por parte del sistema democrático.
Levine, D. & Crisp, B. (1999). Venezuela: Características, crisis y posible futuro democrático. América Latina Hoy, 21 (1), pp. 5-24.