Ningún género poético es más profundo que el epitafio para otorgar carácter fundacional a la palabra, porque su misión es insertar al pasado muerto y desaparecido en un presente vivo. Simónides de Ceos le otorgó a la escritura de epitafios una forma artística. Fue el más prolífico compositor de epitafios en el mundo antiguo y su valor posterior se edificó sobre la base de haber sido él quien fijó las convenciones del género. A partir de esta instancia, la referencia al epitafio resultó inseparable de su nombre. Simónides inauguró un estilo de pensar y hablar acerca de la muerte y contribuyó a crear la metáfora metafísica del 'intercambio', mediante la palabra escrita.
González de Tobía, A. (2010). Simónides y la metáfora del intercambio. Synthesis, nro. 17, pp. 65-79.