El conflicto indígena está a la orden del día en el nuevo panorama internacional en el cual las identidades regionales y étnicas cuestionan al Estado-Nación como ente integrador. En América Latina el fenómeno se hace palpable a través de lo indígena y su exclusión y dominación, posible en gran medida por el énfasis puesto en lo mayoritario (población mestiza). A lo minoritario, indígenas y negros, se le han creado algunos espacios paternalistas. El movimiento indígena, a partir de 1990, ha ido cobrando voz y voto en el panorama político ecuatoriano, logrando así que el soporte de la identidad sobre la que se construyó lo nacional sea fracturado y se plantee la necesidad de adecuarlo a la diversidad étnica y cultural de esta sociedad. Entre las políticas de tratamiento a lo indígena aplicadas en América Latina que el autor analiza se encuentran:
los indigenismos, el neoindigenismo y el paternalismo clasista, cada una con una serie de principios y preceptos acordes a la ideología del grupo que la aplique. El movimiento indígena ecuatoriano hace especial énfasis en la cuestión constitucional, política y administrativa del Estado, ante la cual plantea su autonomía y sus formas de organización identitarias, lo que lleva a la crisis de la política tradicional y plantea la necesidad de reformular el Estado, la Nación y la democracia en el país andino.
Rivera, F. (1998). Los indigenismos en Ecuador: De paternalismos y otras representaciones. América Latina Hoy, 18 (2), pp. 57-64.