La identificación de la biblioteca como lugar del conocimiento se constituyó a través de los tiempos. En el siglo XVII, en Europa, dentro de la universidad, la biblioteca rivalizaba con la sala de conferencias y el bibliotecario era un agente para el progreso del saber universal. En Brasil, tardíamente en comparación con América Latina, la primera universidad – la Universidad de Brasil, actualmente Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ) –, sólo surgió en el comienzo del siglo XX. Las bibliotecas universitarias se unen, históricamente, al saber, de forma que sería posible, incluso, hacer una arqueología del conocimiento, en el sentido de la expresión de Foucault, examinando las huellas físicas de los antiguos sistemas de clasificación de las bibliotecas. La unión intrínseca entre biblioteca y conocimiento se da en las múltiples formas de divulgación de los hallazgos científicos y de los productos académicos. Con ese objetivo, las Bibliotecas Universitarias trabajan con los valores de preservación de la memoria institucional y del campo de conocimiento a que se unen, desarrollando proyectos de conservación y preservación de los acervos. Existen en estas bibliotecas obras raras y otras agotadas en el mercado editorial. Este trabajo presenta el proyecto de la Escuela de Educación Física de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) con el Centro de Memoria (CEME), en la ciudad de Porto Alegre, que disponibilizará vía Internet las obras históricas.
Job, I. (2007). Lugares del conocimiento: las bibliotecas universitarias. Biblios, nro. 28, pp. 1-8.