El objetivo principal de este estudio es examinar cómo ha llegado hasta nosotros la obra de Platón. Son unos 150 los manuscritos supervivientes, copiados por lo general entre los ss. IX y XIV. Estos manuscritos dependerían de un (desaparecido) arquetipo del s. VI d.C., un códice con variantes en dos volúmenes. Se examina la función del editor, que debe rastrear entre los testimonios de la tradición diplomática las huellas de pasadas ediciones, sus hiparquetipos, el arquetipo, i. e. el último ejemplar de donde estos fueron copiados, los arquetipos anteriores y, finalmente, el original. El asunto de fondo es reproducir del modo más exacto el autógrafo desvanecido. Se analiza en ese contexto la importancia de la división en tetralogías de la obra de Platón y la existencia de tres familias principales de códices y sus respectivos manuscritos principales. Es parcialmente posible seguir la huella de esta sucesión manuscrita, que se remonta a la más pura tradición antigua, y constatar que los resultados acerca de la integridad del texto de Platón, si bien queda mucho por investigar, son formalmente satisfactorios.
Velásquez, O. (2007). La transmisión del texto de Platón: vicisitudes de una historia. Onomázein, nro. 15, pp. 157-173.