El hombre a lo largo de la historia ha buscado el modo de diferenciarse de sus semejantes, basándose para ello en sus conocimientos, capacidades, personalidad u otro rasgo. Al respecto basta recordar los caballeros de la antigua Inglaterra y los samurai del Japón feudal, entre otros ejemplos. La esfera de esta docencia no escapa de esta vorágine, ya que desde los tiempos de Platón, las personas tenían la oportunidad de decidir en qué academia formarse lo cual dependía, en gran medida, de la calidad de las personas encargadas de trasmitir las enseñanzas. Esta decisión, sin lugar a dudas, persiste hoy en día a la hora de valorar la matrícula a un colegio, instituto, universidad, gimnasio o cualquier otro centro de instrucción.
González Haramboure, R. (2005). Sistema Haramboure de titulaciones docentes: fundamentos teórico – metodológicos. Investigación Educativa, 9 (16), pp. 1-11.