Todos los niños, jóvenes y adultos en su condición de seres humanos tienen derecho a beneficiarse de una educación que satisfaga sus necesidades básicas de aprendizaje en la acepción más noble y más plena del término, una educación que comprenda aprender a asimilar conocimientos a hacer, a vivir con los demás y a ser. Esta concepción engloba tanto las competencias psicosociales como profesionales y técnicas (psychosocial y vocational skills).
Bravo, A. (2005). La iniciativa de habilidades para la vida en el ámbito escolar. Investigación Educativa, 9 (16), pp. 1-5.