El proceso reformador tuvo dos fases. La primera, de corte mercantilista (1728-1760). La segunda, de características liberales (1760-1800). Las medidas adoptadas en la primera fase permitieron un crecimiento sostenido de la producción interna. Las de la segunda orientaron hacia Europa los capitales dinerarios producidos, desencadenando un irreversible crecimiento hacia afuera.
Lazo García, C. et al. (2000). Fases de la reforma borbónica. Perú: 1729 – 1800. Investigaciones Sociales, 4 (5), pp. 1-30.