Jorge Basadre, como algunos otros historiadores de su generación, fue un historiador total. No era arqueólogo sino historiador, y él mismo lo confesó en distintas oportunidades mientras vivió. Era un afán laudable de incesante perfeccionamiento, en el cual la crítica y la autocrítica le permitían pulir y ahondar sus reflexiones.
Espinoza Soriano, W. (2003). La civilización incaica y los runacunas en la obra de Jorge Basadre. Investigaciones Sociales, 7 (11), pp. 1-29.