En los últimos dieciséis años el Gobierno Federal Mexicano ha dado una importancia creciente a las áreas naturales protegidas y en especial a las reservas de la biosfera. En este ensayo examinamos cómo este apoyo ha influido en que las reservas puedan cumplir las distintas funciones que les asigna la Estrategia Sevilla, promovida por UNESCO y a la que se han adherido los países miembros. En relación a las capacidades demostradas para conservar la biodiversidad y disminuir el ritmo de cambio del uso del suelo, las primeras informaciones publicadas son contradictorias, aunque en general no muy optimistas. En relación al conocimiento de la biodiversidad y la ecología de los ecosistemas, algunas de las reservas (especialmente aquellas que tienen laboratorio o instituciones de investigación asociados) han sido centros muy importantes de investigación, generándose un cúmulo realmente importante de conocimientos. La integración y participación de las comunidades locales está en vías de mejorar, aunque hay varios aspectos no suficientemente desarrollados y en más de un caso persiste una aceptación limitada por parte de las poblaciones locales. Hay que anotar que en los últimos años se ha logrado un avance muy importante en el pago por servicios ambientales. No se ha cumplido (principalmente por falta de integración con otros programas gubernamentales de desarrollo) la recomendación de que las reservas de la biosfera sirvan de laboratorios para la búsqueda de nuevas alternativas que favorezcan el desarrollo sustentable a nivel regional. Convencido de que no se logrará una conservación efectiva de la biodiversidad si no se presta atención a lo que ocurre fuera de las áreas naturales protegidas, la última parte del ensayo está dedicada a las propuestas de conservación campesinas, ejidales, comunitarias o privadas.
Halffter, G. (2011). Reservas de la biosfera: problemas y Oportunidades en México. Acta Zoológica Mexicana, 27(1), pp. 177-189.