Las luchas fraticidas desatadas en el Tahuantinsuyo y la conmoción sufrida por sus gentes, ante la llegada de hombres y animales desconocidos, precipitaron el derrumbe de aquel Estado aparentemente sin resistencia. Pero una vez superada la sorpresa, los incas pusieron cerco al Cusco y, tras no poder tomar la ciudad, se refugiaron en las montañas de Vilcabamba, desde donde, tratando de expulsar a los extranjeros, iniciaron una incómoda guerra de guerrillas, durante casi cuarenta años, que sucesivamente dirigieron cuatro príncipes cusqueños descendientes del poderoso Huayna Cápac. En este artículo, mediante el estudio de nueva documentación, se aborda la figura y la muerte de Topa Amaro, el último gobernante vilcabambino; se analiza la evolución arquitectónica del Qorikancha, el templo en que recibieron sepultura los restos mortales del Inca, y se exponen los trabajos realizados para encontrar su cripta mortuoria.
Martín Rubio, M. (2005). La muerte y la cripta de Topa Amaro en Cusco: nuevas evidencias. Investigaciones Sociales, 9 (15), pp. 1-32.