En filosofía, a diferencia de lo que sucede en el campo de las ciencias, no es prescindible el medio lingüístico en el cual se realiza el trabajo de creación. La investigación científica ha asumido la lengua inglesa como «lengua franca» a través de la cual realiza sus ponencias y aportaciones. Pero en filosofía eso no puede (ni debe) suceder. La filosofía aspira, ciertamente, al conocimiento; pero tiene un carácter creativo que, en relación con el medio oral y escrito en que se expresa, la emparenta a las tradiciones literarias.
Trías, E. (2003). Filosofía como creación (los complejos vínculos de filosofía y poesía). Letras, 74 (105-106), pp. 1-16.