La relación entre el semanario Caras y Caretas y los periódicos La Nación y El Diario muestra indicios de competitividad en el incipiente campo periodístico y una marcada tendencia a la adaptación a los requerimientos del mercado. Alrededor de 1900 diarios y revistas comenzaban a disputarse anunciantes y lectores, por lo que intentaban capitalizar las técnicas y formatos más aceptados. Esto explica la incorporación de ciertas formas narrativas (como el folletín) y de la posición en el campo periodístico. Esta dinámica produjo transformaciones rápidas, diversidad y paradójicamente, ciertas coincidencias, ya que diarios y revistas se copiaban unos a otros los recursos que garantizaban su prosperidad.
Rogers, G. (2004). Magazines y periódicos: zonas de superposición en la lucha por el mercado (1898-1904). Orbis Tertius, nro. 10, pp. 1-9.