La producción de Juan Gelman-de Violín y otras cuestiones a Relaciones-puede inscribirse dentro de la poética sesentista caracterizada por la hegemonía de la narración y la apertura del discurso poético al resto de los discursos sociales, pero también establece una compleja relación con las vanguardias históricas. La noción de pliegue permite revisar las articulaciones de este conflicto; como espacio el pliegue separa ambas poéticas, la "coloquialista" y vanguardista, que pueden leerse en el interior del corpus propuesto en estado puro, yuxtapuestas, o bajo la forma del cruce que instala la polémica entre libros o textos de un mismo libro. La idea de pliegue como rasgo operatorio permite, por su parte, revisar la relación entre ambas poéticas en el interior de un poema, focalizando la materia, el lenguaje. En este caso la poética vanguardista funciona como cuestionamiento de la linealidad del texto sesentista.
Porrúa, A. (2001). Una poética del pliegue. Orbis Tertius, nro. 8, pp. 1-10.