Traducciones III. Los poemas de Sidney West (1968) es la zona de la producción gelmaneana en la que se puede leer con mayor claridad la cuestión de la diferencia. En principio, como gesto de discrepancia y hasta de provocación hacia el lugar de pertenencia, la poética argentina del 60, porque desaparece el texto político y el modo de enunciación que le era propio. Los enunciados asertivos, informativos o argumentativos se sustituyen por la puesta en escena de la configuración de la imagen, cuyo proceso responde a la tradición del surrealismo francés. Pero Traducciones III también se lee como una zona de discrepancia con las vanguardias históricas o con sus textos de origen, dada la reescritura de Les chants de Maldoror de Lautréamont. Ambos textos hablan de procesos de descomposición -evaporación, canibalización, corrosión- pero el de Gelman borra la voz adulta propia de la "poesía maldita" e instala, como relectura desobediente, una voz infantil.
Porrúa, A. (1997). Juan Gelman: el monstruo está vivo. Orbis Tertius, nro. 5, pp. 1-11.