Si no fuera por la actividad de los insectos escarabeidos coprófagos, en las tierras bajo pastoreo el estiércol podría convertirse en el cuello de botella en el proceso de reciclaje de la materia orgánica. Los estudios origen de este trabajo han sido realizados en el Languedoc, región meridional francesa situada sobre el litoral del Mediterráneo. La mayor parte de las estaciones de estudio estuvieron localizadas en el sector de "garrigues" (formación mediterránea de matorral esclerófilo), correspondiente a una situación kárstica de baja altitud (200 a 400 metros), con una vegetación dominada por la encina verde (Quercus iles L.), en condiciones climáticas mediterráneas típicas (invierno fresco y húmedo, verano cálido y seco). Los escarabeidos coprófagos están organizados en comunidades de especies emparentadas, del mismo nivel trófico, que juegan unas en relación a las otras papeles complementarios en la utilización de las deyecciones animales. Hemos estudiado: 1) como la estructura de las comunidades se modifica a través del año y a lo largo de dos gradientes de vegetación; 2) cuales son las estrategias desarrolladas por los insectos para utilizar los excrementos; 3) como la tasa de dispersión de la boñiga está determinada por la distribución espacial de los insectos y su nivel de actividad. Dispusimos trampas atrayentes de un modelo estándar en diferentes lugares a lo largo de dos gradientes de la misma serie de vegetación, gradientes que se distinguen el uno del otro por la naturaleza del suelo, y que en ambos casos comprenden de los pastos más abiertos al bosque más cerrado. Resalta en forma muy neta que la estructura de la vegetación controla estrechamente la riqueza de las comunidades de escarabeidos coprófagos a lo largo de las sucesiones vegetales. Sin embargo, a la inversa de lo que se ha observado en otras regiones, en especial en las tropicales, no se observa la coexistencia de dos grandes grupos faunísticos, uno de lugar abierto y otro de bosque. En nuestra área de estudio la cubierta forestal juega simplemente un papel de filtro en relación a los insectos: sólo las especies más abundantes en medio abierto pueden penetrar al bosque. En estas circunstancias el número de individuos de las poblaciones bajo cubierta forestal se mantiene muy bajo. Otro factor determinante de las comunidades de escarabeidos coprófagos, es la textura y la capacidad de los suelos para retener agua. Los suelos mejor drenados son en general los más favorables y las estaciones de trabajo correspondientes incluyen una fauna rica y variada. A otra escala, la temperatura juega un gran papel y podemos ver, incluso sobre cortas distancias, una modificación en la composición de las comunidades sin que el funcionamiento general del sistema sea perturbado. Lo más frecuente es que los cambios se efectúen por reemplazamiento de unas especies por otras en el seno del mismo "guild" de insectos, así como por modificaciones de las frecuencias relativas de las especies. Desde un punto de vista funcional, dos tipos principales de excrementos existen en la región estudiada. Uno representado por las boñigas de vaca, el otro por las bolitas de oveja. Las boñigas, utilizables en la superficie del suelo durante un período bastante largo, son empleadas en todas las estaciones por las grandes especies cavadoras (Geotrupes, Copris, Bubas) o de tallas media (Onthophagus) y por varios Aphodius que oviponen en el interior del excremento, en la parte donde la humedad es óptima. Las larvas de los Aphodius emigran progresivamente hacia la base del excremento y la ninfosis se verifica en el suelo.
Las bolitas de oveja constituyen por el contrario una fuente de alimento extremadamente transitoria que se seca muy rápido, entre algunas horas y pocos días según las circunstancias. En estas condiciones los escarabeidos han desarrollado diversas estrategias para utilizar este tipo de excremento. Así los Aphodius oviponen directamente bajo el excremento en el contacto con el suelo y las larvas a su emergencia cavan ellas mismas una galería que aprovisionan con los excrementos. En ciertos casos la hembra puede cavar pequeñas galerías ramificadas en las que ovipone y que antes habrá aprovisionado con alimento. La mayor parte de los insectos escarabeidos ovipone en la primavera o en el otoño es decir durante los períodos templados y húmedos del año. La actividad en verano es por el contrario muy reducida, en consecuencia, en la región mediterránea la tasa de utilización de los excrementos es variable a lo largo del año y éstos pueden permanecer en la superficie del suelo durante varios meses. Sin embargo, la diversidad de los "guild" de escarabeidos coprófagos y su abundancia son tales que las cantidades de excremento que permanecen sin usarse son reducidas, lo que limita la tasa potencial de infección del ganado por diversos parásitos.
Lumaret, J. P. & Kirk, A. (1987). Ecology of Dung beetles in the french mediterranean region (coleoptera: scarabaeidae). Acta Zoológica Mexicana, 24, pp 1-55.