Utilizando tres grupos taxonómicos en este trabajo examinamos como las diversidades alfa y beta influyen en la riqueza de especies de un paisaje (diversidad gamma), así como el fenómeno recíproco. Es decir, como la riqueza en especies de un paisaje (un fenómeno histórico-biogeográfico) contribuye a determinar los valores de la diversidad alfa por sitio, por comunidad, la riqueza acumulada de especies por comunidad y la intensidad del recambio entre comunidades. Los grupos utilizados son dos subfamilias de Scarabaeoidea: Scarabaeinae y Geotrupinae, y la familia Silphidae. En todos los análisis los tres grupos taxonómicos son manejados como un grupo indicador: los escarabajos copronecrófagos. De una manera lateral se incluye información sobre la subfamilia Aphodiinae (Scarabaeoidea), escarabajos coprófagos no incorporados al manejo del grupo indicador. Los paisajes estudiados son tres (tropical, de transición y de montaña), situados en un gradiente altitudinal en la parte central del estado de Veracruz. Partimos de las premisas siguientes. La diversidad alfa de un grupo indicador refleja el número de especies que utiliza un mismo ambiente o recurso en un lugar o comunidad. La diversidad beta espacial se relaciona con la respuesta de los organismos a la heterogeneidad del espacio. La diversidad gamma depende fundamentalmente de los procesos histórico-geográficos que actúan a nivel de mesoescala y está también condicionada por las diversidades alfa y beta. Es a nivel de paisaje o mesoescala donde las acciones humanas como cambio y fragmentación de comunidades, tienen sus efectos más importantes, efectos que en muchas ocasiones escapan al análisis ecológico puntual. En el conjunto de los tres paisajes se realizaron muestreos regulares en 67 sitios, más muestreos complementarios en 69 lugares más. Se estudiaron 26 tipos de comunidades vegetales. Se capturó un total de 16,152 ejemplares de 60 especies, 52 especies de Scarabaeinae, 4 de Geotrupinae y 4 de Silphidae. En el paisaje tropical la comunidad más rica en especies es la selva baja caducifolia; en el paisaje de transición es el bosque mesófilo. Ambas, son las comunidades naturales más importantes de sus pisos altitudinales. Por el contrario, en el paisaje de montaña la mayor riqueza se encuentra en praderas y potreros, un tipo de comunidad favorecido o incluso creado por la intervención humana. Esto se explica por la expansión a estos lugares de especies heliófilas del Altiplano mexicano. En el paisaje tropical los potreros presentan una riqueza en especies próxima a la de las selvas, pero una composición parcialmente diferente, caracterizada por la dominancia de especies heliófilas y coprófagas, a las que se suman las especies más ubicuistas compartidas con la selva. En el paisaje de transición se puso en relieve la importancia para la conservación de la fauna del bosque mesófilo, de los cafetales de sombra poliespecífica. Estos cafetales, el tipo de comunidad con cubierta arbórea que ocupa la mayor superficie en este paisaje, permiten a los grupos estudiados la intercomunicación entre los fragmentos remanentes de bosque mesófilo. Para los escarabajos que constituyen el grupo indicador, a nivel de paisaje (no puntualmente) la fragmentación de las comunidades naturales no parece haber ocasionado pérdidas en el número de especies. Aparentemente, la perturbación humana ha sido superada por razones distintas en cada paisaje. En el tropical porque existe una fauna heliófila característica de los potreros, fauna que incluso ha aumentado con dos especies invasoras recientes. En el paisaje de transición por el efecto de los cafetales de sombra poliespecífica que crean una matriz de intercomunicación. En el de montaña porque la expansión de las praderas ha ampliado las condiciones favorables para las especies heliófilas. Estos resultados no tienen forzosamente que repetirse con otros grupos de organismos.
Arellano, L. & Halffter, G. (2003). Gamma diversity: derived from and a determinant of alpha diversity and beta diversity. An analysis of three tropical landscapes. Acta Zoológica Mexicana, 90, pp. 27-76.