La carta que presentamos traducida al español fue escrita en el año 1008 por el obispo misionero Bruno de Querfurt. El destinatario era el rey sajón Enrique II (1002-1024), emperador desde el año 1014. El contexto de la epístola está marcado por los vínculos cambiantes entre diversos actores políticos. La dinastía polaca piasta había cooperado con el Imperio desde mediados del siglo X. Por otra parte, los liutizos, una confederación de pueblos eslavos paganos, se habían levantado contra las estructuras eclesiásticas e imperiales en la región del Elba en 983, en el marco de un floreciente paganismo. Sin embargo, al iniciarse el nuevo milenio, el piasta Boleslao el Bravo se había convertido en una amenaza más atemorizadora para el Imperio, debido particularmente a la expansión territorial que encabezaba. Así, el rey Enrique II pactó en el año 1003 en Quedlinburg con los liutizos frente al piasta: se sellaba una alianza entre un rey cristiano y una confederación pagana para hacer frente a otro gobernante cristiano. Bruno de Querfurt, que había dedicado su vida a la misión y recibía apoyo de Boleslao, escribió esta misiva, con el objeto de señalar las contradicciones de la alianza citada arriba.
Vanina Neyra, A. & Sapere, A. (2012). Amistades paganas y persecución de los cristianos: la epístola de Bruno de Querfurt al emperador Enrique II. Sociedades Precapitalistas, 2 (1), pp. 1-17.