El exilio chileno dio lugar a un fenómeno cultural de grandes proporciones y el confinamiento, con todas sus secuelas, inspiró un florecimiento extraordinario de las letras y las artes de vastas proyecciones, tanto así que despertó y sigue motivando el interés de estudiosos de diversas disciplinas. Entre los miles de chilenos que se repartieron por el mundo, un grupo, cualitativamente relevante, estuvo constituido por escritores, artistas plásticos, artesanos, músicos, gente de teatro y de cine, hombres de ciencia y académicos de las más variadas disciplinas. Grupos teatrales funcionaron en muchos países; y los conjuntos musicales chilenos recorrieron el mundo. Las exposiciones de pintores, fotógrafos, y escultores chilenos eran frecuentes en las más importantes ciudades americanas y europeas, a la vez que en el marco de casi todas las manifestaciones de solidaridad las artesanías, obras de artistas profesionales y ocasionales, eran puestas a la venta; muchos refugiados lograron sobrevivir del producto de este tipo de trabajo.
Norambuena, C. (2008). El exilio chileno: Río profundo de la cultura iberoamericana. Sociohistórica. Cuadernos del CISH, (23-24), pp. 1-33.