Si de alguna enfermedad cabe hablar en España es de exceso de olvido y no de memoria. Sin embargo, aunque este es, sin duda, el diagnóstico correcto, hay toda una serie de reflexiones a formular con el objeto de tener en cuenta la complejidad del problema, intentando eludir así la posibilidad de que todo quede en una constatación más o menos banal. La primera de estas reflexiones consiste precisamente en constatar que es bastante lo que se está haciendo, lo que se ha hecho ya en el terreno de la recuperación de la memoria, de una memoria justa del franquismo. En segundo lugar, la declaración reincide en la equiparación de todas las víctimas de la guerra civil y las de la represión franquista, como si ambas cosas pudieran enmarcarse en un mismo proceso general.
Saz, I. (2007). Franquismo: Pasado y memoria. Sociohistórica. Cuadernos del CISH, (21-22), pp. 1-15.