La evolución simbiótica entre la historia y otras ciencias sociales suele incluirse entre los más optimistas balances que ofrece la evolución historiográfica. Desde las tentativas invasoras imbuidas por un espíritu despótico) como la pretensión de leer toda la realidad en términos lingüísticos, hasta la más mesurada presencia de disciplinas como la economía política, es un hecho admitido que esta conexión, deliberadamente cultivada, tuvo su desenlace en renovadas investigaciones. Los historiadores están satisfechos sobre esto, y no dudan en auto elogiarse en cada reseña complaciente o en sus regocijos colectivos, los congresos y seminarios.
Tomás Astarita, C. (2000). Historia y ciencias sociales. Préstamos y reconstrucción de categoría analíticas. Sociohistórica. Cuadernos del CISH, (8), pp. 1-31.