A partir de 1880 la República Argentina presenció un proceso de consolidación estatal enmarcado en la vigencia del modelo agroexportador como paradigma dominante. La gestación de un pacto de dominación entre las burguesías porteñas y del interior (Córdoba y Tucumán) articuló un bloque histórico que permitió a la burguesía terrateniente -en tanto que clase fundamental- obtener el control del Estado y ejercer una forma de dominación oligárquica. La unidad política alcanzada requería organizar las bases para el funcionamiento del Estado, fundamentalmente en lo atinente a la reformulación de los aparatos de gobierno, administración y justicia. La complejización del aparato estatal implicaba asegurar los recursos necesarios que garantizaran su funcionamiento. En este sentido la conquista militar del sur y noreste argentino -hasta entonces en manos indígenas- constituía un imperativo económico cuya concreción posibilitaría la incorporación de un importante volumen de tierras a la actividad productiva y, a la vez, ampliaría los mecanismos de acumulación de la clase dominante.
Ruffini, M. (2003). Estado nacional y territorios. Notas sobre la economía rionegrina en la etapa de los gobiernos militares (1884-1898). Mundo Agrario, 3 (6), pp. 1-31.