José Baquíjano y Carrillo o el conde de Vistaflorida, como se le conocería más adelante, es una figura intelectual importante en el virreinato del Perú a finales del siglo XVIII. Destaca de manera muy temprana en el mundo intelectual peruano cuando a los dieciocho años se recibe como abogado. Más adelante, esta capacidad intelectual le llevaría a ocupar distintos cargos importantes como profesor en la Universidad de San Marcos y como funcionario público de la corona española. Pese a ello, se le conocerá como una figura díscola y disconforme del ejercicio del poder de la corona española en América. En ese sentido, el Elogio que escribiera para la llegada del virrey Jaúregui en 1781, en medio de la efervescencia de la revolución tupamarista, se presenta como una crítica soterrada al poder español en el Perú. Las repercusiones de este discurso fueron más que evidentes en el estado colonial peruano, donde los funcionarios coloniales reavivaron el interés en la censura de libros y de publicaciones en general que se distribuían en América. Incluso hasta 1789 se pone mucho énfasis en la necesidad de prohibir la publicación y distribución de este discurso de Baquíjano. Pero su texto que realmente marca su postura crítica y a favor de los procesos de independencia en América se evidencia en su Dictamen sobre la revolución hispanoamericana. Es probablemente la justificación más importante de las primeras revoluciones americanas. No plantea necesariamente una abierta ruptura con la corona española pero si explica sus causas con una claridad sorprendente. Por todo ello, los invitamos a revisar nuevamente la vida y obra de este pensador tan importante para nuestra historia.