En este artículo se argumenta que el muy bajo desempeño económico de Uruguay durante el siglo XX y en particular desde la década de 1960, que lo aleja progresivamente de la dinámica de la economía mundial aumentando la brecha de subdesarrollo, se explica fundamentalmente por la especialización del país en productos de muy escasa dinámica en el mercado mundial así como de muy bajo dinamismo tecnológico. El ensayo de modelo (neo)liberal en lo económico y conservador en lo político resultó un fracaso en términos de mejorar la tasa de crecimiento de largo plazo del país, profundizando su especialización basada en productos primarios. Esto implica además un problema en términos de la capacidad de generación de empleos y de la distribución de ingresos. La reactivación reciente así como algunas medidas adoptadas por el nuevo Gobierno Progresista han resultado exitosas en aumentar los salarios, reducir la informalidad y ordenar la macroeconomía luego de la profunda crisis financiera que explotó en el 2002. Pero la ruptura con el pasado, necesaria para elevar significativamente la tasa de crecimiento sostenible de esta economía, requerirá posiblemente de otras acciones en torno a una estrategia de desarrollo de largo plazo, que ponga sus miras en mejorar la capacidad innovadora de la estructura productiva desarrollando nuevas ramas mediante la integración regional.
Bittencourt, G. (2006). Uruguay 2006: desarrollo esquivo o ruptura con la historia. América Latina Hoy, 44, pp. 15-39.