Este libro (Marguerite Yourcenar, 1951) es mucho más que una novela histórica: por supuesto hay literatura, pero también historia y sobre todo una gran reflexión sobre el arte de vivir, en un tiempo en que el hombre estaba solo y sin dioses (Flaubert dixit). El Emperador nos cuenta cómo se construye a sí mismo –operari est esse-, a partir de la unidad de ética y estética, con una combinación de conocimiento, disciplina y hedonismo. Este ensayo muestra las claves de su proyecto personal y político, en torno a las ideas griegas (Humanitas, Felicitas, Libertas) y al ejercicio del poder romano. Lo que incluye a los cuerpos, los afectos y las acciones como conceptos desde el punto de vista de la vida cotidiana.
Espinosa, L. (2006). Memorias de Adriano: Un modelo de excelencia. Isegoría, (35), pp. 265-281