En 2007 se cumple el centenario Eduardo Nicol, uno de los filósofos más relevantes del exilio español de 1939, cuya obra no ha recibido aún, sin embargo, la atención que merece. A diferencia de otros pensadores emblemáticos de dicho exilio como José Gaos, Nicol se desmarcó de la filosofía «personalista » de Ortega, apostando más bien por la universalidad y objetividad del logos. Una de sus contribuciones originales a la misma fue su planteamiento de una ética dialógica, inspirada en la condición radicalmente expresiva del hombre y en el sentido comunitario de su existencia, frente a los reduccionismos del cientismo instrumental contemporáneo.
Sánchez, A. (2007). El exilio con Eduardo Nicol. Isegoría, (36), pp. 303-307