Coincidiendo, más o menos, con el cincuentenario de la muerte de Pío Baroja (1956), este artículo pretende acercarse al modo con que el escritor se enfrentó al hecho histórico. De la mano de su histórico y recreado pariente Eugenio de Aviraneta, el activista héroe de los veintidós tomos de las «Memorias de un hombre de acción», Pío Baroja, animado por un estímulo esencialmente intelectual, se adentra en la historia, entendida como educación del pensamiento que, dice Baroja, explica el presente y predispone para el futuro. En este viaje, que transcurre desde 1912 a 1934, y usando los instrumentos que la literatura posee para expresar el pensamiento, Pío Baroja realiza una profunda reflexión, siempre relativizado por su pesimismo y escepticismo, sobre una generación de la historia de España, capaz de esclarecer lo español.
Antxustegui, E. (2007). Pensamiento, historia y acción en Baroja. Isegoría, (37), pp. 237-256