La modernidad instaura las bases de la subjetividad a partir de la separación cartesiana que distingue entre la mente, como conciencia activa del sujeto, y el cuerpo, como objeto material pasivo de esa conciencia activa. Este artículo toma como punto de partida la filosofía política de Iris Marion Young, en relación a sus escritos sobre fenomenología, corporalidad y género, para aceptar un enfoque metafísico sobre el cuerpo como significación de la experiencia vivida y situación que conforma el proceso de subjetivación de todo ser humano. De esta manera, la autora confiere al cuerpo el estatus ontológico que aquella tradición cartesiana confiere a la sola conciencia. Sobre las consecuencias sociales del peso de esta tradición metafísica cartesiana, y los nuevos horizontes que ofrecen algunos estudios feministas en relación con el pensamiento de la encorporación («embodiment thinking») indaga este artículo.
Martínez, M. (2009). Nuevas fuentes de subjetivación: Hacia una teoría política del cuerpo. Isegoría, (40), pp. 259-272