La respuesta a los efectos no deseados de la tecnología ha consolidado un amplio conjunto de bases legales e instrumentos analíticas ligados a la evaluación de los riesgos. Este artículo plantea que buena parte de las controversias sobre los riesgos tecnológicos más que a la ausencia de su regulación se debe paradójicamente a la generalización de las políticas basadas en la ciencia. En el origen encontramos una concepción equívoca del conocimiento científico. La ciencia como gobierno de la sociedad requiere previamente una reflexión sobre las dinámicas del conocimiento y su gobierno.
Eizagirre, A. (2013). Gobernar el conocimiento. Isegoría, (49), pp. 229-244