Este pequeño ensayo pretende ir más allá de las celebraciones hagiográficas que hacen del Manifiesto Comunista un monumento para reflexionar sobre las lecciones que se pueden extraer de las formas específicas de su fallida realización. Contra el cliché de que el Manifiesto es un texto profético, deberíamos explorar la disyunción entre el pronóstico incisivo de la “prosa” del capitalismo y la anticipación frustrada de la “poesía” de la revolución. Este ensayo argumenta que las limitaciones analíticas y políticas del Manifiesto deben ser localizadas en la excesiva linealidad y homogeneidad con que enmarca los poderes de abstracción del capital. En la medida en que el capital procede mediante una dialéctica de la homogeneización y la diferenciación, de la expansión y la división espacial, la erosión de la tradición y su refuncionamiento cínico con el objeto de apuntalar la dominación, las tareas de la unidad de la clase obrera y la internacionalización planteadas por el Manifiesto devienen aún más apremiantes políticamente, y cualquier cosa excepto inevitables.
Toscano, A. (2014). Profecía congelada: El Manifiesto Comunista hoy. Isegoría, (50), pp. 37-43