Desde la década de 1970 el feminismo ha significado una de las profundizaciones críticas más productivas del legado del pensamiento político de la modernidad. El presente artículo atiende al cuestionamiento de las modernas nociones de libertad y comunidad políticas que Linda Zerilli ha llevado a cabo en su lectura de Hannah Arendt y de Ludwig Wittgenstein. A partir de ahí y de la reciente querella en torno al diformismo sexual, se muestra la necesidad de repensar la relación entre teoría y praxis más allá de la concepción moderna, presente en buena parte de la teoría feminista contemporánea.
Birulés, F. (2013). Mundo común, feminismo y mitología. Isegoría, (49), pp. 407-420