En el siglo XXI nace la neurociencia de la ética con la pretensión de ser un nuevo saber (la neuroética), capaz de descubrir las bases cerebrales de la conducta moral. Desde ellas algunos neurocientíficos se proponen fundamentar una ética universal. El artículo 1) analiza críticamente ese proceso de fundamentación, 2) recurre para profundizar en él a la paradoja de la cooperación humana, y 3) hace un balance de las aportaciones de la neurociencia a la ética y de sus posibilidades de fundamentar una ética universal.
Cortina, A. (2010). Neuroética: ¿Las bases cerebrales de una ética universal con relevancia política?. Isegoría, (42), pp. 129-148