La Edad Global nos exige repensar el humanismo. Primero como raíz de la Ilustración; después como matriz del universalismo, por último en su presentación feminista. El humanismo es algo más que una vaga disposición benévola hacia los demás: es el universalismo, el fundamento del conocimiento y de la ética, que nos acompaña en los tres últimos y decisivos siglos. La humanidad requiere para ser una, acabar con la dinámica más antigua, nosotros y ellos, e inventar el universalismo. Éste es probablemente una de las más difíciles invenciones humanas, lleva varios ensayos, duros, y su éxito todavía no está asegurado. El humanismo es la posibilidad de reunir ética y política y ahora juega en el complejo terreno del mundo global.
Valcárcel, A. (2007). Vindicación del humanismo (XV Conferencias Aranguren). Isegoría, (36), pp. 7-61