Este estudio rebate las tesis de Carl Schmitt que conciben al catolicismo, y al jesuitismo en particular, como una gran complexio oppositorumque reúne tanto al conservadurismo como al izquierdismo bajo una misma unidad absoluta representada por las formas del Papa. El “ethos” de obediencia postulado por la Compañía de Jesús contribuyó decisivamente a la formación de una Administración que rebasa el marco de la burocracia eclesiástica. Sustituyó la educación renacentista por una educación de cuño tomista, decisiva en la formación del “ethos” disciplinado del funcionario que actúa sine ira et studio. Pero fracasó en la pretensión de remplazar la vitalidad, el naturalismo y la confrontación de opiniones del liberalismo bajo la mencionada complexio oppositorum.
Sauquillo, J. (2006). Un “ethos” para el gobierno y la administración: un debate entre el liberalismo y el jesuitismo políticos. Isegoría, (35), pp. 89-105