La inmigración ha emergido recientemente en las sociedades occidentales como un tema de interés político. Así, la incorporación de los estudios migratorios desde la perspectiva de las disciplinas dedicadas al análisis del gobierno y la política es una de las novedades más interesantes en el reciente panorama teórico de las migraciones. El objetivo de este artículo es detenerse en algunos de los más significativos efectos de la inmigración en la esfera política de las sociedades de acogida a partir de una premisa de partida: las migraciones internacionales han difuminado tres tipos de “fronteras” políticas profundamente interrelacionadas en las sociedades modernas. En primer lugar, los límites físicos, territoriales del Estado; en segundo lugar, el perímetro de la ciudadanía y de la pertenencia definida por la asignación de derechos de naturaleza liberal y, en tercer lugar, el contorno de las comunidades nacionales en términos de identificación o afiliación cultural.
López, A. (2002). Los retos políticos de la inmigración. Isegoría, (26), pp. 85-105