En el año 1963, dos años antes de ser expulsado de la Universidad, Aranguren se embarca en la empresa de un seminario sobre «Ética y política». En apariencia, el seminario se propone abordar la manida cuestión -no tan manida entonces, entre nosotros, como ha llegado a serlo luego- de la imposible relación entre la ética y la política: ¿realismo maquiavélico\", ¿incompatibilidad trágica de estilo sartriano?, ¿incompatibilidad dramática? Tales preguntas son, en efecto, el punto de partida. Pero la intención del seminario, luego libro, es más original y defiende una tesis más arriesgada.
Camps, V. (1997). La política como moral. Isegoría, (15), pp. 181-189