El presente trabajo intenta transmitir las sutiles uniones de la problemática filosófica contemporánea con la filosofía práctica aristotélica, cuyos temas continúan siendo fundamentalmente los temas actuales de discusión. En la teoría de la acción, dentro del horizonte wittgensteiniano, las aporías suscitadas por la concepción «pictórica» de la proposición en su relación con el mundo, al abordar hechos tales como el deseo, la voluntad y la acción, reciben importante ayuda de la filosofía práctica aristotélica para explicar las macro-acciones, como las que protagonizamos en nuestra vida cotidiana de relación, frente a otras corrientes que pretenden, mediante reducciones, sustracciones y otros modos de seccionamiento artificlal, aislar una especie de micro-elemento, la acción básica, directamente impenetrable a toda forma de comprensión. Por otra parte, la reactualización -acaso menos feliz- de la ética institucional de Aristóteles pone el acento en una cuestión irresuelta de toda moral universalista: su corporización en las estructuras del «mundo de la vida». El modelo aristotélico tiene la ventaja sobre los otros -neohegelianos, comunitarios, etc.-, de trazar transparentemente el entrecruzamiento entre sistemas de acción colectiva, normas consuetudinarias y formas de organización social y política (las famosas constituciones), sin partir de ninguna posición filosófico-histórica previamente tomada.
Guariglia, O. (1990). El múltiple Aristóteles. Una visión de la filosofía práctica aristotélica desde la problemática contemporánea. Isegoría, (1), pp. 85-103