En el contexto de su caracterización económica, la lengua puede ser tratada como un bien preferente y por lo tanto se puede considerar como la precondición para la existencia del capital social, por otra parte, ese capital social provoca que la pertenencia a un grupo tenga efectos beneficiosos para sus miembros, lo cual sucede en casos de agregados humanos diversos, como una empresa, un barrio, una ciudad. Estos efectos beneficiosos se traducen en mejoras de la eficiencia productiva en el caso de empresas y mejoras en el estatus socioeconómico de los individuos. El lenguaje, por tanto, tiene un papel importante en la creación de capital social, esto es especialmente importante en el caso de los inmigrantes que residen en un país con una lengua distinta a la suya.
Maneiro, J. & Sotelsek, D. (2009). La caracterización económica de la lengua y su relación con el capital social. Revista Internacional de Sociología, 67 (3), pp. 589-607